Los eternos Chachapoyas

En este nuevo post dedicado al continente americano, en nuestra segunda y última visita que realizaremos a Perú. Visitaremos un lugar enigmático, lejos de las atracciones turísticas que nos ofrece el país andino.

Sin duda estoy hablando de la cultura chachapoyas. Una cultura preinca, nacida en el departamento amazónico peruano. Y a día de hoy es un lugar muy castigado por las principales instituciones peruanas. Debido a que ni el gobierno, ni grupos de arqueólogos, ni siquiera un cuerpo de seguridad del Estado peruano se ha preocupado de custodiar los restos de este ancestral pueblo. Tan solo son custodiados los restos de esta cultura por los vecinos de los diversos pueblos del departamento amazónico donde se encuentran restos de los chachapoyas con el fin de parar los diferentes epolios arqueológicas o preservar los huesos de los antiguos chachapoyas lejos de los chamanes y brujos quienes usan los huesos para sus rituales de magia negra.

 "Son los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por serlo, y por su gentileza muchas de ellas merecieron ser de los incas y ser llevadas a los templos del sol [...] andan vestidas ellas y sus maridos con ropas de lana y por las cabezas solían ponerse llautos, que son señal que traen para ser conocidas en todas partes" 

Cieza de León, explorador español.

Lo más característico  que encontramos hoy en día de los antiguos chachapoyas es sin duda su restos funerarios y que claramente comprendían dos tipos en la tradición funeraria.

Los restos se solían poner en cavernas excavadas en laderas de montañas o en pendientes muy empinadas.

El primer tipo de entierros funerarios lo encontramos en los llamados mausoleos, eran entierros colectivos. Estos mausoleos estaban excavados en la tierra y junto a los diversos cuerpos se dejaba como ofrenda un ajuar funerario.

Mientras el segundo tipo de entierro funerario son los conocidos sarcófagos de los chachapoyas. Estaban destinado a la "nobleza" y solían colocarse en la pendiente de los precipicios. Estos sacórfagos eran unipersonales y tenían forma humana.

Con estas acciones se demuestra el gran respeto que tenía esta cultura por sus ancestros.