Opinión de la Expo de Cuarto Milenio 2015





Para los que nos gusta el misterio este abril de 2015 será recordado en nuestro calendario personal como si de un santoral se tratase. Como bien dijo Santiago Camacho en el programa de Milenio3 de los misterios de la música que decía que el rock tenía su propio santoral, el misterio no se queda atrás y si cámbianos rock por misterio, el discurso nos funciona.



El pasado 18 de abril salí desde Alcalá de Guadaíra en la provincia de Sevilla a la 5:30 am para dirigirme a Madrid. Tras seis horas de viaje llegué a la capital alrededor del mediodía. Y claro tocaba almorzar y darse una vuelta por el centro hasta las 18:30 que tenía que entrar en el Palacio de Linares.
Tras ir al Mercado de San Miguel y almorzar muy cerca de allí al fin se acercaba el momento de entrar en "La Nave del Misterio". Es bien cierto que desde hacía días me había hecho la ilusión de encontrarme con Íker, Carmen, Santiago, Javier, Juan Villa o el resto de equipo porque por las redes sociales vi que Enrique de Vicente se dejó ver por allí entre otros colaboradores. Y por ello me lleve dos libros de Íker por si acaso estuviese por allí me los firmase. Pero no fue así.








Cuando divise el Palacio de Linares me dirigí a la cola y descubrí el mayor punto negativo de la Expo de Cuarto Milenio pero que indirectamente no les afecta a ellos sino más bien es obra del propio Palacio de Linares o más bien con su cafetería cuando descubrimos, o más bien mis acompañantes, que sus gin tonics les costaba 15 euros cada uno y no lo sé si en Madrid tienen ese precio o solo es allí porque en Sevilla no llegan a los 7 euros.

Volviendo a la expo. Cuando entre vi las escaleras blancas, yo pensaba que las escalera eran las que salían en la foto que subieron en las redes sociales del equipo de Cuarto Milenio. Pero esa pequeña desilusión se me fue en el momento que vi la habitación de las caras de Bélmez, llego un momento que me olvide que había más gente allí y parecía que se había roto el espacio y que en segundos me encontraba en el famoso pueblo de Jaén.



Lo mismo ocurrió con cada pieza que fui viendo como Annabelle, el Niño Compadrito, los Visitantes, los Chamanes, las piezas arqueológicas, el mothman, Nosferatu o el yeti. La mente dejo a un lado que eran piezas de decorado televisivo y mis ojos vieron la mágica que transmitían. En algunos ojos de ciertas esculturas se veían.

Salí encantado con ganas de volver a ver la expo y si viene a Sevilla sin duda iré a verla. Mi máxima sorpresa fue cuando salí de la tienda después de comprar mi catalogo y un oopart para mi gabinete de las curiosidad me encontré con Juan Villa y junto con el equipo de Tertulias a Medianoche, programa donde soy copresentador, nos hicimos una foto con él y le di mi enhorabuena además de pedirle que le dijera a Íker que si fuese posible llevar la expo a Sevilla.

Mi más enhorabuena a los organizadores, al equipo, a Íker, a Juan Villa por viajar dentro de "La Nave del Misterio", aunque sea en el almacén y lo volvería a hacer, como un polisón. Y antes de que se me olvide en algunos rincones parecía estar dentro de decorado de la serie de American Horror Story. Felicidades.

Y si has llegado hasta aquí y no has ido a la Expo, no lo pienses y ve, a Gijón o donde viaje la magia y los sueños milenario.



Os dejo mi propio gabinete de las curiosidades. Si en el sur ya aprieta el calor y Annabelle se quiere ir a las playas de Cádiz para ponerse morena.

Comentarios

  1. Pero...como decís por allí...¡en Sevilla hay muxo arte!... y esto lo muestra tu artículo. Me encanta.
    Un abrazo.

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