El catálogo cósmico de mundos habitables
El número de planetas y satélites ajenos al Sistema Solar que los astrónomos han localizado en los últimos 20 años ya supera los 500, sólo en las cercanías de nuestra galaxia, y son diversos los criterios que los científicos proponen para determinar si estos nuevos astros son susceptibles de albergar vida, similar o muy diferente de la terrestre.
Ahora, un equipo de investigadores (del que forman parte varias universidades estadounidenses, la NASA y el programa SETI de búsqueda de vida inteligente) ha propuesto el primer sistema para clasificar estos nuevos hallazgos, y los miles que previsiblemente habrá en los próximos años. Su objetivo es tener un catálogo de exoplanetas habitables hacia los que dirigir la mirada.
El debate sobre estos criterios no es nuevo. Buena parte de la comunidad científica, principalmente en el ámbito de la Biología, considera que el mejor modelo es la Tierra y que encontrar condiciones similares a las terrestres es el criterio más adecuado para buscar vida en otros mundos. Pero hay otro grupo, del que forma parte el astrobiólogo Dirk Schulze-Makuch (Universidad de Washington) y Abel Méndez (de la de Puerto Rico, en Arecibo), que consideran que ésta es una visión muy limitada. Consideran que lo importante es responder a dos preguntas claves.
Dos índices de habitabilidad
"Una de ellas es si condiciones como las de la Tierra se pueden encontrar en otros mundos, puestos que ya sabemos que aquí han servido para la vida, pero la otra cuestión es si las condiciones que hay en los exoplanetas también son susceptibles de albergar otras formas de vida, las conozcamos o no", argumenta Schulze-Makuch.
De ambas respuestas surgen los dos índices que proponen para hacer un 'ránking': el ESI (Índice de Semejanza a la Tierra, por sus siglas en inglés), que describe su densidad, la distancia a su estrella o el tamaño; y el PHI (Índice Planetario de Habitabilidad), que describiría la gran variedad de elementos químicos y parámetros físicos que podrían haber permitido la vida (si es rocoso o tiene atmósfera, por ejemplo), aunque fuera en condiciones más extremas de las que existen en nuestro planeta.
Ambos índices los publican en la revista 'Astrobiology' y aseguran que son fáciles y rápidos de calcular, proporcionando un porcentaje que va de uno (que sería la Tierra) a cero, en función de las características del planeta. Para ello, utilizan un modelo matemático capaz de hacer proyecciones en las que se recogen todos los parámetros.
Los primeros del 'ránking'
Con el índice ESI, los primeros de la lista fueron el exoplaneta Gliese 581g (con 0,89 puntos sobre uno) y el Gliese 581d (con 0,74). Ambos orbitan la misma estrella. Marte tendría 0,70 y Mercurio un 0,70.
Sin embargo, cuando aplicaron el índice PHI los resultados fueron algo distintos: entre los exoplanetas en los primeros puestos Gliese 581g y Gliese 581d. Pero dentro del Sistema Solar, Titán (una luna de Saturno) tiene la puntuación más alta con 0.64, seguido de Marte (0,59) y Europa (luna de Júpiter) con 0,47.
Evidentemente, este primer intento de clasificación parte de lo conocido: "Como cuestión práctica, el interés en exoplanetas va a centrarse inicialmente en la búsqueda de planeta como la Tierra", confirma Schulze-Makuch, pero también destaca que excluir otras posibilidades de habitabilidad "puede ser un acercamiento demasiado restrictivo para capturar la potencial variedad de formas de vida que puedan existir".
Planetas huérfanos
De hecho, los autores apuntan que un planeta habitable ni siquiera tiene por qué estar orbitando una estrella. En su artículo recuerdan que los lagos de hidrocarburo que se han descubierto en Titán podrían albergar una forma de vida diferente. "El estudio de ambientes con hidrocarburos similares en la Tierra revela que estos ambientes son claramente habitables", señalan.
Y también mencionan que hay planetas huérfanos, que vagan por el espacio sin una estrella que también podrían tener condiciones para algún tipo de vida que ahora se desconoce. Aunque reconocen que todo son especulaciones, apuntan que si no se tienen en cuenta ambos índices "nos arriesgamos a pasar por alto mundos potencialmente habitables utilizando criterios excesivamente restrictivos".
Rosa M. Tristán | Madrid
Actualizado viernes 25/11/2011 16:36 horas
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/24/ciencia/1322138095.html
Comentarios
Publicar un comentario